
Propósitos para una vida plena
Con eso de que se acerca fin de año todos hacemos balance de lo vivido. Y, por supuesto, como somos seres en «continuo desarrollo personal» hacemos una lista de propósitos. Mi lista podría ser como la de todos los españoles: idiomas, ejercicio, puntualidad… Sin embargo, si este año he aprendido algo es que el mejor camino para el cambio, es la propia aceptación de uno mismo.
Una vez que te aceptas con tus «perfecciones» e imperfecciones, tus potenciales y limitaciones… los cambios vienen solos. Es más, los objetivos se cumplen con más energía y libre de culpabilidades. Frente a la famosa fuerza de voluntad, todo un clásico cuando de propósitos se trata, resulta más útil plantearse el compromiso con esos valores sobre los que queremos construir una vida plena.
En base a todo esto que Mindfulness me ha enseñado en el último año, hago mi lista de propósitos. Quizá os suenen demasiado efímeros, pero hacedme caso son lo más terrenal del mundo, pues son parte de nuestra relación con el día a día. ¡Os animo a que incluyáis alguno en vuestra propia lista!
- Aproximarme al momento presente sin expectativas, ni juicios. ¡Cuántos disgustos nos llevamos porque las cosas no salieron como queríamos, o antes de abrirnos a ellas ya las tachamos de negativas! Pues sí, este año más apertura y mente de principiante, como cuando éramos niños que simplemente explorábamos dejándonos llevar.
- Más escuchar al cuerpo y menos a lo que dice la mente. ¿Qué me decís de esa cabecita loca? ¿Conocéis a alguien con más afán protagonista que la que habita ahí arriba? Todo el día con el monólogo, como si lo que dijese fuese verdad verdadera. ¿No se da cuenta de que tenemos ojos para ver, que tiene que describírnoslo todo?
- Dedicar un ratito cada día a respirar. ¿¿Cómo?? ¡¡Pero si ya lo hacemos de forma autónoma!! Bueno si no lo has probado nunca, ahí te dejo mi regalito. Siéntate en una posición cómoda, cierra tus ojos y simplemente lleva tu atención a aquella zona del cuerpo donde sientas la respiración. Quédate ahí sintiendo qué ocurre en cada inspiración y cada espiración. Permanece observando con atención tu respiración unos minutitos. Repítelo cada día durante una semana y observa qué sucede.
¡Sí! Aquí se acaba mi lista. Podría seguir y seguir… Pero he decidido que me dejo algunos comodines para que sea la propia vida la que me sorprenda.
¡Buena entrada y salida de año!
Pd: ¡Entre uva y uva no os olvidéis de respirar! No sé, si con atención plena o no, por miedo a la asfixia, pero hacedme caso respirad ;D
Pide tu cita:
Si te sientes identificado y consideras que podría ayudarte, no esperes más y pide tu consulta AQUí o escríbeme a irene@bienestarpleno.es
Comienza tu terapia de forma presencial en Barcelona, u online desde casa por videoconferencia.